Debate Presidencial de EstadosUnidos: El Espectáculo del Declive

Por Victor D Manzo Ozeda. 

Este pasado 27 de junio, fuimos testigos de un evento que muchos esperaban con ansias: el debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump. Lo que prometía ser un enfrentamiento de ideas y propuestas, terminó siendo un espectáculo de ataques personales y retórica vacía, un reflejo desalentador de la política actual.

Desde el inicio, quedó claro que la estrategia de ambos candidatos era menos sobre presentar soluciones concretas a los problemas del país y más sobre descalificar al oponente. Biden, con su habitual tono pálido y conciliador, intentó proyectar estabilidad y continuidad, mientras que Trump, con su agresividad característica, buscó avivar las brasas de su base electoral con acusaciones y teorías de conspiración.

Los moderadores, de CNN, hicieron lo posible por mantener el orden, pero se vieron superados por la ferocidad del intercambio. Las interrupciones fueron constantes, y los momentos de verdadera discusión política fueron escasos. En lugar de un debate sobre políticas, presenciamos un combate verbal, carente de sustancia y lleno de ruido.

Las cuestiones cruciales como la economía, la seguridad y la política exterior se tocaron solo superficialmente. Ambos candidatos recurrieron a sus posiciones predecibles: Biden defendiendo su gestión y prometiendo más de lo mismo, y Trump atacando con su narrativa de “fraude” y desconfianza en las instituciones. El público, desafortunadamente, quedó al margen de un verdadero debate , obligado a elegir entre dos visiones polarizadas y simplistas del futuro de Estados Unidos.

Este debate, lejos de esclarecer las diferencias y propuestas de los candidatos, subrayó la creciente incapacidad de la política estadounidense para dialogar constructivamente. Más que un foro de discusión, fue un patético reflejo de la división y la hostilidad que caracterizan el clima político actual..