"Yo ya no perdono"

Por Victor D Manzo Ozeda.

En el tribunal de mi corazón, donde se juzgan los recuerdos,

he cerrado las puertas, he colgado un letrero.

"Yo ya no perdono", dice con tinta de desencanto,

porque el perdón a veces pesa, más que el llanto.

Cada traición, un clavo; cada mentira, un cerrojo,

las paredes, testigos mudos de lo que recojo.

Entre agravios y desaires, la sala se ha llenado,

y en el estrado del alma, el perdón ha sido condenado.

“¿Por qué no perdonas?”, me preguntan las horas,

mientras el reloj marca el ritmo sin demoras.

Pero ya las manecillas, giran en un reloj sin esperanza,

donde el tiempo no cura, solo inclina la balanza.

He aquí mi sentencia, escrita en páginas gastadas,

en noches de insomnio, en lágrimas de rencor derramadas.

No hay vuelta atrás, no hay apelación,

porque el corazón herido, pierde la razón.

Y así vivo, con mi veredicto, mi agridulce condena,

en un mundo apartado, donde la alegría apenas suena.

Yo ya no perdono, y aunque algunos dicen que debo,

prefiero cargar mi pena, que tomar ese placebo.