"Del 'Like' al Voto: La Política y los Influencers en México"

Por Victor D Manzo Ozeda 

En la actualidad, asistimos a un espectáculo curioso y por momentos grotesco: influencers mexicanos traspasando la delgada línea que separa el entretenimiento digital de la política seria. Es un fenómeno que, aunque no exclusivo de México, adquiere tintes particulares en un país donde la imagen y la personalidad a menudo pesan más que las propuestas o la experiencia.

Los influencers, armados con millones de seguidores y una capacidad innata para captar la atención del público joven, incursionan en la arena política con la misma ligereza con que promueven productos o estilos de vida en sus plataformas. Este tránsito del entretenimiento a la política no es un mero cambio de escenario, sino una evolución preocupante que reduce la política a una extensión de la cultura de la celebridad.

Estos nuevos aspirantes a políticos ofrecen promesas tan estilizadas y superficiales como las imágenes que postean, confiando en que el carisma que vende productos de belleza o ropa también puede vender políticas públicas y reformas sociales. Sin embargo, la política, con sus complejidades y sus exigentes responsabilidades, no es un video viral ni una serie de stories efímeras en Instagram: requiere de análisis, profundidad y un compromiso que va más allá de la mera popularidad.

La idea de que un buen número de seguidores se traduce en una capacidad para gobernar es una falacia que solo puede prosperar en un terreno de desencanto político y escepticismo cívico. En lugar de debates sobre políticas y visiones de país, lo que se promueve es un culto a la personalidad que oscurece los verdaderos desafíos que enfrenta la nación.

Así, la entrada de influencers en la política no es solo una anécdota de la era digital; es un síntoma de una democracia que corre el riesgo de ser trivializada, donde los likes amenazan con sustituir a los votos informados. En este nuevo escenario, la política se convierte en otra mercancía que se consume y se desecha con la misma facilidad que una tendencia de moda en TikTok, un fenómeno que debemos observar con cautela y crítica severa.